martes, 2 de abril de 2013

NUEVO GERENTE-SUCURSAL CARTAGENA


El Banco de la República informa que fue nombrado como gerente de la sucursal de Cartagena el doctor Jaime Alfredo Bonet Morón, a partir del 1 de julio próximo. El doctor Bonet es economista de la Universidad de Los Andes con una maestría en Economía y un doctorado en Planeación Regional de la Universidad de Illinois, Urbana – Champaign.
En 1997 se vinculó al Banco de la República como Investigador Económico Regional del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) en Cartagena, cargo que ocupó durante once años, y actualmente se desempeña como Especialista Senior en Gestión Fiscal y Municipal en la División de Gestión Fiscal y Municipal del Banco Interamericano de Desarrollo en Washington, D.C. También ha ejercido cargos como Jefe de la División de Desarrollo Regional y Urbano en la Cámara de Comercio de Barranquilla, Asesor de Ciencia y Tecnología del CORPES Costa Atlántica, Asesor Económico del Senado de la República, Subdirector Financiero del Icetex y Asistente de Investigación del Regional Economics Application Laboratory - REAL de la Universidad de Illinois, Urbana – Champaign.
Su trayectoria laboral también incluye la docencia en varias instituciones educativas como la Universidad del Norte en Barranquilla, la Universidad de Cartagena, la Corporación Tecnológica de Bolívar en Cartagena y en la Universidad Jorge Tadeo Lozano – Seccional Caribe.
Tiene numerosas publicaciones, sobre economía regional, finanzas públicas locales, y otros.

BANCO REDUCE TASA DE INTERES (22/03/2013)


La Junta Directiva del Banco de la República en su sesión de hoy decidió reducir la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos. De esta forma, la tasa base para la subasta de expansión a un  día se sitúa en 3,25%. La decisión se tomó teniendo en cuenta que la economía colombiana crece por debajo de su potencial y probablemente operará en los próximos trimestres por debajo de su capacidad productiva, y que la inflación observada y proyectada se sitúan por debajo de la meta del 3%. Esto en un contexto en el cual las reducciones de las tasas de interés parecieran estar transmitiéndose a la economía de manera más lenta que lo deseado.
Para esta decisión, la Junta Directiva tomó en consideración los siguientes aspectos relevantes:
  • El crecimiento de nuestros socios comerciales probablemente será menor a lo esperado, con lo cual la contribución de la demanda externa al crecimiento del país seguiría siendo baja.  Así mismo, de continuar las tendencias observadas en los precios de nuestros principales productos de exportación, los términos de intercambio promedio en 2013 serían menores que los del año anterior. En consecuencia, el gasto agregado en 2013 no tendría un impulso adicional originado por un mayor ingreso nacional.
  • Los nuevos datos de crecimiento económico para 2012 (4%) muestran una desaceleración desde niveles altos en 2011 (6.6%). La mayor pérdida de dinamismo se presentó en el segundo semestre y se explicó principalmente por una reducción significativa en el crecimiento de la inversión. El crecimiento del consumo privado se moderó en 2012, alcanzando tasas similares a su promedio histórico. El crecimiento de las exportaciones también registró un descenso frente a 2011, con una caída importante en el cuarto trimestre.
  • La interpretación de los choques que sufrió la inversión en el segundo semestre de 2012 es compleja y puede obedecer a múltiples factores, como se desprende del hecho que todos los componentes de este agregado mostraron una desaceleración en el segundo semestre.
  • Para el primer trimestre de 2013, el deterioro en las expectativas del comercio, así como la caída en el índice de confianza del consumidor y de las ventas de automóviles, sugieren una menor dinámica del consumo privado. En enero el valor de las exportaciones en dólares fue similar al registro de un año atrás y las de origen industrial registraron un crecimiento anual positivo. No obstante, los indicadores de confianza de los empresarios indican que la industria sigue contrayéndose. Esta dinámica sugiere un crecimiento económico actual por debajo del potencial y, por lo tanto, la ampliación de los defectos en el uso de capacidad productiva de la misma.
  • El descenso en la inflación anual, desde 2,0% en enero a 1,8% en febrero, fue similar al proyectado por el equipo técnico. Dicha desaceleración se explicó en su mayor parte por el menor ritmo de aumento de precios de los alimentos, principalmente de los procesados. Todas las medidas de inflación básica también se redujeron. Tanto el promedio de dichas medidas como las expectativas de inflación se encuentran por debajo de la meta (3%). La reducción reciente de los precios internacionales de la energía y otros productos básicos implica menores presiones sobre la inflación local.
  • Las reducciones de las tasas de interés del Banco de la República se han transmitido a las tasas de interés de depósitos y préstamos del sistema financiero. No obstante, las tasas de interés real no han caído en igual magnitud debido al fuerte descenso de la inflación y las expectativas de inflación.
  • El crecimiento de la cartera continuó moderándose. En lo corrido del año se ha observado una desaceleración del crédito comercial en pesos, pero un aumento en la financiación mediante emisión de bonos de las firmas junto a un mayor endeudamiento externo. El crédito a los hogares (consumo e hipotecario) sigue creciendo menos pero a tasas superiores que el aumento del PIB nominal. La continua moderación del ritmo de apalancamiento de firmas y hogares reduce el riesgo de generación de excesos financieros durante la presente fase expansiva de la política monetaria.
En este contexto, la evaluación del balance de riesgos indica la conveniencia reducir en 50 p.b. la tasa de interés de intervención, con lo cual se espera que la política macroeconómica sea consistente con un crecimiento de la economía cercano a su potencial.
La Junta seguirá haciendo un cuidadoso monitoreo del comportamiento y proyecciones de la actividad económica e inflación en el país, de los mercados de activos y la situación internacional. Finalmente, reitera que la política monetaria dependerá de la nueva información disponible. 

POLÍTICA MONETARIA


OBJETIVO

  • El objetivo primario de la política monetaria es alcanzar y mantener una tasa de inflación baja y estable, y lograr que el producto crezca alrededor de su tendencia de largo plazo. Esta es la única manera de lograr un crecimiento sostenido que genere empleo y mejore el nivel de vida de la población. Por el contrario, si la economía crece a un ritmo que no es sostenible, tarde o temprano se generará una crisis con consecuencias graves para la economía, deterioro de los indicadores sociales, pérdida de confianza de la población y caídas en la inversión y en el empleo.
COMO SE IMPLEMENTA LA POLÍTICA MONETARIA EN COLOMBIA?
  • La Junta Directiva del Banco de la República define metas cuantitativas de inflación. Esta última se define como la variación anual en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que produce el DANE.
¿Cuáles son las metas en la actualidad?
  • La Junta Directiva del Banco de la República acordó que la meta de inflación para el año en curso será la de largo plazo. En consecuencia, la meta de inflación será el rango entre 2% y 4%, con 3% como meta puntual para efectos legales. La Junta considera que las condiciones de la economía permiten que en lo sucesivo la inflación se ubique en el rango meta de largo plazo, lo cual contribuye a anclar las expectativas de inflación en dicho nivel.
El Banco de la República implementa la política monetaria modificando las tasas de interés a las cuales suministra y retira liquidez de la economía. Estas tasas de intervención son el instrumento de la política monetaria. A través de ellas, el Banco afecta las tasas de interés de mercado.

PARA QUE SIRVE EL BANCO DE LA REPUBLICA?


  • Como todo banco central, el Banco de la República desempeña la función de banquero de bancos. De una parte, es depositario de los dineros que le consignan en cumplimiento del requisito de reserva bancaria que sirve para regular la capacidad de crédito del sistema bancario. Esta reserva, mantenida con máximas condiciones de seguridad, sirve de respaldo a la liquidez del sistema. De otra parte, como ya se señaló el Banco de la República actúa como prestamista de última instancia de los establecimientos de crédito, en casos de iliquidez transitoria originada en retiros masivos de depósitos.
  • el Banco administra la "cámara de compensación interbancaria de cheques", la cámara de compensación interbancaria de pagos electrónicos de bajo valor (CENIT), el Depósito Central de Valores – DCV, en el cual se custodian y administran los títulos desmaterializados de deuda pública, y el sistema electrónico de negociaciones (SEN) de títulos de deuda pública.
  • La Ley 31 también le atribuye al Banco de la República la función de diseñar y determinar el manejo de la política de la tasa de cambio, es decir, de definir el conjunto de normas relacionadas con aquélla de común acuerdo con el Ministro de Hacienda y Crédito Público. Desde 1999 hasta la actualidad la tasa de cambio está sujeta a un régimen flexible, en el cual el Banco de la República permite que el precio del dólar sea determinado por el mercado, aunque tiene la facultad de intervenir cuando se vea amenazada su estabilidad. Sin embargo, en un mercado cambiario libre como el actual, el Banco de la República no busca modificar la tendencia que el mercado le imprime a la tasa de cambio.
    De la misma manera, la Junta Directiva dispone la intervención del Banco de la República en el mercado cambiario como comprador o vendedor de divisas, o la emisión y colocación de títulos representativos de las mismas.
  •  le corresponde administrar las reservas internacionales del país incluyendo el manejo, inversión, depósito de custodia y disposición de los activos de reserva. La inversión ha de efectuarse principalmente con base en criterios de seguridad y liquidez, a fin de facilitar los pagos del país en el exterior. 
    El Banco ante todo, busca la seguridad y estabilidad en sus inversiones y procura que la reserva tenga liquidez para asegurar oportunos pagos a otros países.
El Banco de la República cumple con estas funciones al recibir en depósito fondos de la Nación y de las entidades públicas bajo las condiciones que establezca la Junta Directiva. Además, a solicitud del Gobierno puede actuar como agente fiscal en la contratación de créditos externos e internos y en operaciones que sean compatibles con las finalidades del Banco.

LOGO DEL BANCO DE LA REPUBLICA


Desde el año 1998, el Banco adoptó una nueva imagen corporativa y modificó su logo volviendo al diseño tradicional de la Mariana de la Libertad, con el que nació nuestra institución en 1923. La Mariana es un símbolo alegórico de la libertad tomado de la Revolución Francesa y representa, según unos, al pueblo y según otros a la República.
La admiración de los colombianos por la Revolución Francesa aparece registrada en nuestra historia cuando El Precursor, Antonio Nariño, traduce y publica “Los Derechos del Hombre”. Pocos años después de alcanzada nuestra independencia, encontramos una curiosa adaptación de la figura de la Mariana, adornada con plumas indígenas, en algunas de las primeras acuñaciones de monedas realizadas por los patriotas. A partir del año 1837, la Mariana recupera su aspecto tradicional y se convierte en un elemento utilizado con mucha frecuencia en los diseños de billetes y monedas.

A comienzos del siglo XX, cuando se consolidaba la Tercera República Francesa y el estilo republicano se imponía en nuestra arquitectura, no es extraño que los fundadores hubieran escogido el nombre de Banco de la República para bautizar al nuevo banco central que se creaba en Colombia. Tampoco es extraño que adoptaran el símbolo de la Mariana en nuestro escudo.

CREACION DEL BANCO DE LA REPUBLICA


Mediante la Ley 25 de 1923 se creó el Banco de la República, como banco central colombiano. Se organizó como sociedad anónima con un capital original de $10 millones oro, de los cuales un 50% lo aportó el Gobierno y la diferencia los bancos comerciales nacionales, extranjeros y algunos particulares. A esta entidad se le confió, en forma exclusiva, la facultad de emitir la moneda legal colombiana, se le autorizó para actuar como prestamista de última instancia, administrar las reservas internacionales del país, y actuar como banquero del Gobierno. La Junta Directiva del Banco, conformada por 10 miembros, representantes del sector privado y del Gobierno, fue encargada por la misma Ley, de ejercer las funciones de regulación y control monetario bajo estrictos parámetros de ortodoxia financiera. Se le encomendó, además, fijar la tasa de descuento y la intervención para controlar las tasas de interés.
La creación del Banco de la República constituye un elemento fundamental en la organización económica e institucional del país. Con el paso de los años, esta institución ha experimentado cambios importantes que han buscado adecuarla a una economía en permanente proceso de crecimiento y actualización.

ANTECEDENTES


Después de varios intentos, en junio de 1880 el Gobierno creó el Banco Nacional, para que actuara como su banquero y promoviera el crédito público. La función de banquero consistía en prestar al Gobierno los servicios de consignación de los fondos públicos o de Tesorería, crédito, colaboración en la contratación de préstamos internos y externos y la administración de los títulos de deuda pública. También había sido encargado de la emisión de billetes. Pero en 1894 debió ser liquidado por el Congreso, debido a excesos registrados en la capacidad de emisión. Años más tarde fue creado el Banco Central de Colombia, el cual funcionó de 1905 a 1909, y luego fue liquidado por idénticas razones que el anterior.
La primera Guerra Mundial trajo a Colombia graves dificultades económicas y financieras que no mejoraron con el advenimiento de la paz. Las perspectivas de las entidades bancarias durante las dos primeras décadas del siglo XX no eran halagüeñas por el desorden monetario existente: se emitía dinero sin control y las reservas de los bancos estaban dispersas. Además se carecía de un sistema formal de garantías y respaldo gubernamental para los bancos.
La anterior situación precipitó la crisis de los años 1922 y 1923 que evidenció la escasez de medio circulante. Se hacía apremiante la necesidad de dar solidez y estabilidad a la moneda y al crédito mediante un banco central sólido y consistente